Cadena de frío: calidad y sabor en tus preparaciones

Cuando hablamos de la cadena de frío, nos referimos a todos los controles sobre la temperatura que haces sobre los alimentos de tu restaurante.

Es lo que te permite tener siempre alimentos frescos y seguros para que tus clientes disfruten de una experiencia culinaria perfecta.

Es importante conservar la cadena de frío desde que el producto sale de su fuente hasta el almacenamiento en el restaurante.

Siempre debe mantenerse a la temperatura ideal desde el mar, huerto o planta de procesamiento hasta la bodega; allí debe continuar en condiciones ideales, mientras espera hacer parte de tus preparaciones.

En este espacio, queremos contarte los aspectos críticos de la temperatura en la conservación de alimentos.

Importancia de la cadena de frío

• Evitas el desarrollo de microorganismos que pueden provocar intoxicaciones a tus clientes.
• Proteges la calidad de los insumos, que se pueden deteriorar por los cambios de temperatura. En este punto, es fundamental respetar las temperaturas de refrigeración o congelación según lo requiera cada alimento.
• Disminuyen las pérdidas de nutrientes por deterioro debido a las variaciones de temperatura.
• Proteges tu inversión en materias primas, las cuales sabemos que muchas veces adquieres a precios elevados.
• Aseguras la inocuidad alimentaria esperada en tus materias primas, de acuerdo con los estándares de calidad.

Cualquier eslabón dentro de la cadena de frío que no conserve la temperatura ideal para cada alimento terminará afectando su calidad.

Con este proceso, te aseguras de que tus clientes disfruten plenamente la experiencia que deseas transmitir a través de tu gastronomía.

¿Qué acciones puedes implementar para conservar la cadena de frío?

Sigue estas básicas estrategias:

• Realiza mantenimiento periódico a tus equipos de congelación y refrigeración.
• Controla que las puertas de refrigeradores y congeladores estén cerradas correctamente para mantener la temperatura ideal en ellos.
• Capacita permanentemente al personal sobre las condiciones de temperatura ideales de las materias primas.
• Revisa constantemente la medición de la temperatura en tus equipos y verifica el estado de los alimentos para identificar posibles fallas.
• Planifica cada preparación para manipular únicamente la cantidad requerida y así prevenir el deterioro de tus insumos.
• Respeta la cadena de frío indicada para cada tipo de alimento, diferenciando entre refrigeración o congelación, según aplique.
• Mantén los alimentos cocidos no más de dos horas a temperatura ambiente. Tampoco los lleves a la cadena de frío cuando estén calientes, pues terminarán deteriorándose por el choque térmico.
• Vigila que los alimentos recién llegados a tu almacenamiento no afecten el control de temperatura de los que están en bodega.

Tus clientes esperan que cada una de las preparaciones de tu restaurante los lleve a una experiencia inolvidable.

Esto es posible cuando aseguras que los alimentos incluidos en tus platos conserven la cadena de frío recomendada.

Para lograrlo, debes controlar que todos los eslabones logísticos de tus insumos mantengan su inocuidad alimentaria.

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